martes, 7 de febrero de 2017

¿Final?

Me estoy pensando si acabar con el blog y crear otro. Es una idea que navega a veces por mi cabeza. Es un blog creado para una asignatura de cuarto de la ESO y lleva ya conmigo durante todo este tiempo. Es un blog que ya debo abandonar y crear otro, entrar en otra etapa, crear un blog que represente mi madurez, si es que yo tengo de eso. También me han dicho ya varias personas que el contenido muchas veces no casa con el nombre del blog.

Pero es que no me hace gracia la idea de dejarlo. ¡Lleva ya tanto tiempo conmigo que me da cosa dejarlo! Y encima con sus ciento y pico de entradas, con sus 20.000 visitas… Y porque no, no tengo tiempo. Si tuviera tiempo lo fácil sería finiquitarlo sin anestesia. Pero en mi caso es que no tengo tiempo para nada. No tendría tiempo ni imaginación para pensar en el nombre del siguiente blog, su fondo, su contenido, sus formatos para móviles y tablets, sus colores…

Y si empiezo otro blog, tampoco tengo claro de forma excesiva si quiero que sea un blog personal e íntimo como yo, o si quiero que sea un blog más bien profesional y periodístico como lo que aspiro a ser. El beso que convierta lo nuestro en eterno empezó siendo eso, un blog personal, donde mostraba todo lo que no soy capaz de mostrar en público. Pero poco a poco fue cambiando, sustituí la literatura por la opinión sin dejar nunca de lado a ésta.

Es una etapa con dudas, en las que me siento lleno porque siento que las cosas me salen bien a nivel académico, pero a nivel personal sigo sintiéndome como antaño, e incluso más confuso si cabe. Es un tiempo de deshielo, en el que me siento alguien congelado pero que con una caricia es capaz de deshelarse. Y quizás esto sea igual: si creo otro espacio donde poder soltar las gilipolleces que escribo, quizás significará que de verdad he dejado de ser hielo para convertirme en agua.

Si creo otro blog, ¿me seguirán más, me seguirán menos? Es la duda de siempre. Hay mucha gente que relaciona mi nombre con este rincón. Y hay quien acabará harto de las gilipolleces que escribo y quien no me conozca y tenga ganas de hacer lo propio, con mi blog pueda sentir esa satisfacción por cumplida.


No sé si esto es un adiós, si esto es una despedida definitiva o qué es. Pero en todo caso quiero darte las gracias por haber estado ahí por aguantar mis risas, mis llantos, mis símiles, mis metáforas, mis críticas, mis alabanzas y por haber estado tanto tiempo conmigo. Pero como Peter Pan, quizás sea el tiempo de darse cuenta de que estoy en otra etapa escribiendo.
La imagen puede contener: una persona, niño(a) y exteriorLa imagen puede contener: una persona, de pie y exterior