martes, 23 de febrero de 2016

Blanqueo de Capital.

Hace unos meses un importante empresario deportivo español ya lo dijo: “raro es el que hoy en día no esté imputado por algo”. Si uno acude a internet para buscar qué es el delito conocido como “blanqueo de capital”, se encuentra con que es aquel mecanismo por el cual se pretende dar apariencia de normalidad a aquellos ingresos obtenidos de forma delictiva.

La corrupción es algo que ha existido toda la historia en todo el mundo. Pero en España ya la cosa se ha convertido en tendencia. Los políticos saben de esto un rato, ya sea Valencia, Madrid, Mallorca o Sevilla. Vaya donde vaya, hay un escándalo. Pero no pasa nada, aquí lo que importa son los titiriteros. Los artistas también siempre han intentado robarle unos eurillos a hacienda. Y hasta los deportistas se han visto envueltos en escándalos de esta índole. Es una pena que estas cosas ya estén empezando a dejar de ser noticia.

Lo cómico del caso es lo que ha pasado esta semana. Resulta que Vitaldent se ha visto implicada en un caso del ya comentado delito. Un comentario brutal en las redes sociales lo decía todo: “Pues resulta que en Vitaldent lo que menos blanqueaban eran las sonrisas”.

Poca cosa más ya nos puede sorprender. Ya la estamos liando tan parda que solo quedan cosas ya que rozan lo mafioso. Si mañana cuando se despierten se encuentran con que alguna ONG deja de ser organizaciones sin ánimo de lucro convertidas en organizaciones con ánimo de lucro e imputadas a causa del blanqueo de capital o que Ariel blanqueaba más billetes de 500 que ropa blanca no se extrañen ya: Esto es España, el país donde los titiriteros van a la cárcel en horas pero los políticos tardan años en ir a la cárcel porque “la justicia en España es lenta”.


Una última reflexión: la corrupción ha azotado muy fuerte al partido que ha ganado las elecciones. Han habido decisiones, dimisiones y destituciones, pero sin embargo el presidente del partido y segundo candidato directo para volver a ser presidente del gobierno no ha dicho ni mú, y ni siquiera nosotros pedimos su cabeza. ¿Nos hemos acostumbrado a que nos roben los bolsillos? Espérense a que acabe la lavadora hombre, que lo mismo los han blanqueado.

jueves, 18 de febrero de 2016

Dar que hablar.

Una noticia en las últimas semanas me ha sorprendido mucho. Resulta que en Arabia Saudí han prohibido el ajedrez entre los habitantes sauditas porque lo consideran como algo que no tiene ningún sentido y es más, consigue incitar el odio entre sus habitantes.

Me sorprende más todavía teniendo en cuenta que Arabia Saudí es el mismo país que prohíbe a la mujer conducir, o que encarcela a las féminas si por mera casualidad se les ve un dedo del pie. Tan increíble como cierto. Lo más triste es que esto no es algo exclusivo de este país, sino también ocurre en otros lugares parecidos llámese Irán, Israel o Pakistán.

Es curioso que en estos países se considere jugar al ajedrez como algo inútil pero lapidar a la mujer por cualquier cosa sea algo común. O que el ajedrez lo único que consiga sea incitar al odio, pero bombardear sin piedad algún lugar del planeta no lo sea. Supongo personalmente que en estos países prefieren que el niño no aprenda a jugar al ajedrez, ni que vaya a la escuela, pero con doce años sí que sepa aprender a montar un fusil o a tirar una granada,

Esta situación se debe a la expresión que escuché una vez de un padre a una hija: “Dar que hablar”. Que el niño no sea soldado o que la mujer no esté en la casa en estos países es considerado como una pérdida de autoridad por parte del patriarca de la casa. Y el hombre, tan macho y tan dominante, no puede ver peligrar su hegemonía en el hogar.


Los estudios científicos se ratifican en su idea de que el ser humano no utiliza siquiera el diez por ciento de su capacidad cerebral. Es una verdadera lástima que hayan pasado XXI siglos y sigamos siendo realmente tan imbéciles.

martes, 2 de febrero de 2016

GRAN MONCLOA VIP.

Tras el resultado de las elecciones generales del 20D y la actual situación post-electoral la directiva de Telecirco ha decidido crear un programa para aclarar cuál será el futuro dueño de Gran Moncloa VIP. En dicho formato están participando los candidatos de los partidos políticos que se presentaron a dichas elecciones.

El primero de los favoritos en salir ha sido Mariano Rajoy, que ha durado menos en la casa que el Madrid la Copa del Rey. Mariano ha abandonado la casa tras darse cuenta que nadie le hacía caso y desayunaba en una mesa aparte con el MARCA que tanto le gusta leer cada día. Aún así, tiene la posibilidad de volver y directamente apropiarse de la mansión. Antes de dejar la casa ha dejado un mensaje a sus votantes: “Muchas tardes y buenas gracias a los muy españoles y mucho españoles”.

Todo depende de Pdr Snchz, al que le han tendido una trampa. Ha entrado en la casa con su hermana Susana Díaz, sus padres y su marido Pablo Iglesias. Pdr tiene todo en su mano para poder gobernar la vivienda, pero su familia no acepta el matrimonio, alegando de Iglesias que deje los pelos en la bañera, sus continuas quejas de si echarle al café azúcar o sacarina o su empeño en querer aprender a hablar catalán. Lo que propone su familia es abstenerse para que gobierne Rajoy, ya que Pdr sabe que un gobierno con Pablo Iglesias significa su expulsión de la familia pues consideran que su matrimonio con Iglesias significa la ruina familiar.

Aún así, Pablo está celoso de Albert Rivera, y los celos entre los dos son mutuos. Aunque los dos aparentemente se lleven bien la realidad es totalmente diferente. Si Pdr se queda con uno, el otro no quiere quedarse. Pablo piensa al igual que gran parte de la audiencia que Albert Rivera es el hijo de Mariano Rajoy Vader, y que viene desde el lado oscuro de Génova, mientras que Rivera ve a Pablo Iglesias como un Satanás que quiere romper la tranquilidad de la casa y buscar la independencia de su habitación.

Ha pasado casi mes y medio desde que empezó el concurso y seguimos sin un ganador. Y por lo contado ya, no parece que vaya a haber un ganador dentro de poco. Quizás la clave sería que todos los contendientes de la casa dejaran de hablar tanto y empezaran a escucharse unos a otros. Ahí quizás esté la clave. Pero esto será en el siguiente programa de Gran Moncloa VIP.